Otro aspecto importante a la hora de realizar un trabajo fotográfico tiene que ver con el punto de vista y las distancias focales que utilizamos.
La posición de la cámara y el ángulo de inclinación de la misma respecto del objeto o sujeto fotografiado conforman el punto de vista. En la práctica es desde donde vamos a captar la escena, eso es la altura y el ángulo en que vamos a colocar la cámara. Y no es un dato menor a la hora de componer y encuadrar una escena, ya que por la naturaleza del ser humano, nuestra mirada se encuentra a una altura aproximada de entre 1,50/1,70 m. y frontal, eso es, a la altura de nuestros ojos. Esa forma de ver la entendemos como “normal” y estará dada, justamente, por nuestra altura y nuestra postura erguida. Si queremos utilizar un punto de vista “normal”, esta será la colocación de la cámara ya que va a emular la forma de ver que usualmente tenemos.
Nuestro punto de vista, por lo tanto, siempre está a esa altura y deberíamos alejarnos de él si buscamos la originalidad, al ser éste demasiado previsible por ser el punto de vista de cualquier persona que observa. Cuando queremos obtener otros enfoques y puntos de vista, alterar ese ángulo de visión nos ayudará a descubrir nuevas formas de ver y aspectos inesperados en nuestra fotos.

Las posiciones de cámara más utilizadas por los fotógrafos son las siguientes, aunque existen otras:
Picado
Cenital
Contrapicado
Toma a ras de suelo
Una fotografía sacada de abajo hacia arriba, o en el llamado plano contrapicado, da la impresión de "enaltecer" lo que vemos. Por el contrario, una fotografía sacada desde arriba hacia abajo, es decir en picado, "empequeñece" lo que miramos. Como dijimos, la cámara frontal a la altura de nuestros ojos ofrece el punto de vista más "normal", mientras que las tomas a ras de suelo generan puntos de vista inusuales que distorsionan las perspectivas y los que vemos.