Como venimos planteando, aprender a encuadrar y a componer no es más que iniciarse en el conocimiento de los códigos del lenguaje visual.
Alguna de estas reglas están sustentadas en cuestiones que tienen que ver con patrones culturales, aprendidos. Otros son configuraciones propias de nuestra forma de percibir, de nuestro sistema sensorial y cognitivo; y otras son consecuencia directa de las características de las cámaras y su forma de ver. Todas estas cuestiones juntas se terminan traduciendo en las famosas reglas de encuadre y composición.

Como en todo texto, y podemos entender la fotografía como un texto también, es importante definir claramente un centro de interés. De qué se trata la imagen que estoy viendo. Cómo destaco visualmente el centro de interés en una imagen? Hay varios recursos.
Uno puede ser llenar el encuadre. Otro puede ser enfocar el sujeto/objeto de interés y desenfocar el fondo. También puede ser destacar el elemento a través de la luz, recordando que el cerebro interpreta como principal aquello que está mejor iluminado o brilla más. Otra posibilidad es usando los diferentes planos: de forma lógica, el cerebro interpreta en primer lugar lo que ve más cercano (en primer plano) y como fondo a aquello que ve más lejano.
Como podemos ver, existen varios recursos para lograr comunicar algo en una imagen, pero cada uno depende de las elecciones que realice el autor.